Por Thanos Nikitaras 
El Atlético de Madrid, con los mismos problemas que arrastra toda la temporada, perdió 4-0 ante el PSG.
Los rojiblancos sufrieron especialmente por la banda izquierda, donde Lino, Galán y Lenglet no pudieron contener a Doué, Hakimi y Neves. Además, cada vez que intentaban reaccionar, el árbitro les mostraba tarjetas que complicaban aún más su situación.
En el minuto 19, Fabián, con un zurdazo, superó a Oblak para abrir el marcador. En el último minuto del primer tiempo, Vitinha aprovechó una mala transición del Atleti para conducir el balón y anotar el 2-0. El Atlético, que se quedó con 10 jugadores en el minuto 78, pagó caro un error de Griezmann en los últimos minutos, y Mayulu sentenció con el 3-0. En el último minuto del partido, el árbitro pitó un penalti que Lee Kang-In transformó en el 4-0.
El Atlético llegó a marcar con Julián Álvarez un gol que podía devolverles al partido, pero el árbitro lo anuló por falta en el centro del campo tras la revisión del VAR. Además, el colegiado no mostró la segunda tarjeta amarilla a Lenglet tras una acción polémica, lo que generó aún más controversia en el partido.
El Atlético de Madrid ahora tiene que ganar los próximos partidos contra el Seattle Sounders y contra el Botafogo.
El partido
El Atlético empezó el partido con Lenglet, Galán, Lino y Griezmann, jugadores que han sido señalados durante toda la temporada, frente al campeón de Europa. Una decisión que también debe hacer reflexionar a la directiva, porque ha dejado al equipo sin refuerzos clave. No ficharon a Baena, no ficharon a un central, no ficharon a un lateral izquierdo, ni a un “5”. Decisiones que terminaron perjudicando a un Atleti que jugó mucho mejor cuando Koke entró en el campo, actuando como mediocentro. Pero si el Atlético sigue dependiendo de Koke… es que algo no está bien.
La primera ocasión del PSG llegó por la banda izquierda, sin demasiado peligro para Oblak, pero pocos minutos después, Lino y Lenglet volvieron a fallar en defensa y Fabián, con un zurdazo, marcó el primer gol del partido. El Atleti tenía hambre, pero no tenía ideas: Julián Álvarez veía el partido desde lejos, Griezmann seguía sin brillar, y en medio de un mal juego, el árbitro rumano castigaba a la defensa con tarjetas. Siete faltas cometidas por el Atlético, seis amarillas y una roja… algo pasa.
El Atlético solo logró amenazar una vez a Donnarumma en la primera parte, con un disparo de Griezmann. Pero la transición tras ese ataque fue pésima, y Vitinha lo aprovechó para marcar el segundo gol. El partido parecía sentenciado antes del descanso.
Simeone apostó por Koke en la segunda mitad, un cambio que dio algo de energía al equipo. Con el capitán en el campo, el Atlético pudo al fin controlar un poco el balón. De hecho, fue el propio Koke quien robó la pelota en la jugada que terminó en gol de Julián Álvarez tras un pase de Giuliano. Sin embargo, el árbitro, tras revisar la acción en el VAR, anuló el tanto por una falta previa del capitán.
Antes de ese gol anulado, Oblak había salvado un disparo de Kvaratskhelia, demostrando una vez más que fue el mejor del Atlético. Y cuando tu mejor jugador en un 4-0 es el portero, algo claramente no funciona.
Después, todo fue a peor (otra vez): expulsión de Lenglet, una ocasión increíble fallada por Sorloth, gol de Mayulu y penalti señalado por mano de Le Normand. El 4-0 final deja al Atlético tocado, y con la obligación de reaccionar ante el Seattle. Si no, el viaje a Estados Unidos podría terminar antes de lo esperado.
Javier Astudillo