El Atlético de Madrid se quedó eliminado en el Mundial de Clubes mucho antes de lo esperado.
Una de las razones por las que los rojiblancos no pudieron competir fue el pésimo arbitraje en los tres partidos de la fase de grupos. Ante Botafogo, el Atleti pidió no uno, ni dos, sino tres penales. César Ramos no pitó ninguno, lo que provocó la frustración de los jugadores del Atlético de Madrid.
Esa frustración fue expresada durante el descanso por Giuliano Simeone en sus declaraciones para DAZN: “Nunca vi algo igual, la verdad. Yo creo que fueron dos penales. No lo vi de nuevo, capaz me equivoco, tendría que verlo otra vez. Creo que las decisiones no nos están favoreciendo en nada, en todas las divididas, tenemos que jugar contra eso”, dijo el argentino.
Y la verdad es que, especialmente el tercero, fue un penalti clarísimo. El defensor del equipo brasileño pisa a Julián, pero el árbitro decidió que hubo falta de Sorloth por empuje. Un empujón que es uno de los millones que hacen los jugadores durante el partido. “Si marcas un nivel de dejar faltas, tienes que dejarlas dentro y fuera del área. Yo quiero un árbitro consistente en los 90 minutos y él estaba dejando jugar… No es falta”, afirmó el árbitro Eduardo Iturralde González en Carrusel. “Si te fijas, el defensa también está agarrando a Sorloth al principio de la acción. Y si pita penalti por ese pequeño empujón del noruego, al revés, decimos que no es”, agregó.
Y el árbitro mexicano no fue el único que le complicó la vida al Atleti. En el primer partido, Kovacs no pitó ni falta en el marcaje de Nuno Mendes a Giuliano, en una ocasión en que los rojiblancos pidieron tarjeta roja. Minutos después anuló el gol de Julián por falta de Koke al inicio de la jugada. Para rematar, expulsó a Lenglet.
Contra Seattle, el Atleti vio al árbitro revisando una falta a Giuliano (para determinar si estaba dentro o fuera del área) y, aunque parecía que fue dentro, decidió cambiar su decisión y no pitar falta.
Pésimos arbitrajes que costaron a los colchoneros la eliminatoria, pero no pueden ser excusa.