Koke es el capitán del Atlético de Madrid, y durante años muchos lo han criticado por ser “blandito”, comparándolo con Diego Costa, Diego Godín, Gabi o incluso Simeone.
Pero Koke es Atlético de verdad: ha pasado toda su carrera en el club de su vida y nunca ha puesto lo personal por encima de lo colectivo. Lo que le faltaba era cancha, liderazgo visible, la capacidad de protestar a los árbitros, pelear con los rivales y proteger a sus compañeros cuando lo necesitaban. Uno de los problemas del Atlético en los últimos años era precisamente la falta de ese liderazgo, y Koke debía darlo.
Contra el Rayo Vallecano, Koke mostró que sí es nuestro capitán. En un momento polémico, tras un penalti no pitado a Llorente, los jugadores de ambos equipos comenzaron a forcejear. Batalla golpeó con el codo a Barrios, y Koke reaccionó de inmediato: agarró a Batalla del cuello y lo tiró al suelo.
Podría haber visto la roja, pero Hernández Hernández solo le mostró la amarilla. Sin embargo, quedó claro que Koke defiende a los suyos, que es el verdadero capitán del Atlético de Madrid, y que en el Metropolitano nadie toca a los nuestros sin consecuencias.