El Estadio Metropolitano volvió a lucir sus mejores galas en la previa del derbi. Minutos antes del inicio del encuentro, los aficionados del Atlético de Madrid desplegaron un mosaico 360 grados que rodeó todo el estadio, tiñendo las gradas de rojo y blanco.
El tifo, compuesto por 70.000 cartulinas, generó una imagen imponente que reflejó la unión de la hinchada colchonera y el ambiente de gran cita que se vivía en el Metropolitano. La iniciativa, preparada durante días con la colaboración de las peñas y del propio club, buscaba dar un impulso extra a los jugadores en un partido de máxima exigencia. Además se desplegó una pancarta que ilustraba al oso, característica figura de la comunidad de Madrid y unas palabras que decían «Un Mito».
El efecto visual, acompañado por cánticos atronadores desde mucho antes del pitido inicial, reafirma una vez más el papel de la afición rojiblanca como uno de los activos más importantes del Atlético.