El derbi madrileño no solo se calentó sobre el césped, también en la grada. Tras el gol del Real Madrid, un aficionado blanco, situado en la zona de seguidores del Atlético, provocó a la afición colchonera con un corte de mangas.
El gesto desató la indignación en el Metropolitano, obligando a la intervención inmediata de la seguridad del estadio. El aficionado madridista ha sido identificado y expulsado para evitar que la situación escalara.
La afición rojiblanca respondió con cánticos de apoyo a su equipo, reforzando la idea de que el Metropolitano es un fortín.