El Atlético de Madrid venció 3-1 al Seattle Sounders y ahora espera lo que ocurra en las próximas horas en el duelo entre el PSG y el Botafogo.
Los rojiblancos no firmaron su mejor partido, pero contaron con un Barrios en estado de gracia. El canterano marcó dos goles y fue clave para asegurar los tres puntos del equipo de Simeone.
El técnico argentino apostó por un once con Sorloth y Julián Álvarez en ataque, y con Koke en el centro del campo, dejando a Barrios en la banda izquierda. El delantero noruego desperdició varias ocasiones claras, mientras que Barrios se mostró mucho más suelto actuando por fuera. El tercer gol rojiblanco lo anotó Axel Witsel, quien ingresó tras el descanso en lugar de Giménez.
Los colchoneros pudieron golear, pero Sorloth falló varias ocasiones claras y Julián Álvarez estrelló un disparo en el larguero.
Primera parte: dominio sin contundencia
El primer gol llegó pronto, en el minuto 8, con una gran jugada colectiva que terminó con Barrios rematando de primeras desde la frontal. El balón tocó en el larguero antes de entrar, reflejando el buen arranque del equipo.
A partir de ahí, las ocasiones se multiplicaron: Julián Álvarez tuvo una clara dentro del área, pero su disparo potente fue despejado por el portero Frei. Alexander Sorloth desperdició dos oportunidades muy claras: en una remató alto dentro del área pequeña, y en la otra no supo resolver un mano a mano, estrellando el balón contra el cuerpo del portero rival.
El Atleti pudo cerrar el partido en este tramo, pero se fue al descanso con solo un gol de ventaja.
Segunda parte: efectividad parcial
Con el ingreso de Axel Witsel por José María Giménez, lesionado, el Atleti ganó presencia en las áreas. En el minuto 51, Marcos Llorente sacó un potente disparo desde la frontal que se estrelló en el larguero. En el rechace, Witsel estuvo atento y convirtió el segundo gol.
Julián Álvarez volvió a encontrarse con la madera minutos después, esta vez con un disparo cruzado que golpeó en la cruceta. Finalmente, Barrios selló su gran actuación con el tercer gol, finalizando una jugada desde la izquierda.
Hubo espacio también para la polémica: Giuliano Simeone fue derribado en el área tras ganarle la espalda a su defensor, pero el VAR anuló el penalti señalado inicialmente por el árbitro.