Por Thanos Nikitaras 
El Atlético Madrileño empató en el minuto 98 ante el Real Murcia en Alcalá de Henares gracias a un gol de Javi Boñar.
Al equipo de Fernando Torres le está costando muchísimo sumar esta temporada: solo 2 puntos en tres partidos. Eso sí, la imagen sobre el césped es mejor de lo que reflejan los resultados. Pero en la Primera RFEF nadie regala nada. El filial rojiblanco firmó una gran primera mitad, aunque sin contundencia, algo que acabó castigándole el Murcia, que abrió el marcador nada más empezar el segundo tiempo.
El partido arrancó con un Atlético que buscaba robar alto para salir rápido, mientras que el Murcia esperaba replegado, incómodo pero ordenado. El choque no ofrecía grandes ocasiones, salvo algún disparo de Arnau que Gazzaniga blocaba abajo o centros que se quedaban a un paso de convertirse en ocasiones claras.
El conjunto murciano respondió en el 23’ con un cabezazo de Pedro Benito que detuvo Esquivel. Había acercamientos, pero ninguno demasiado claro. Íker Luque, uno de los más incisivos del Atlético, lo intentó dentro del área y, poco después, firmó una gran jugada por la izquierda que terminó con un cabezazo de Boñar que obligó a Gazzaniga a estirarse para evitar el gol. Ésta sí fue una ocasión clarísima para los rojiblancos.
El portero argentino sostuvo a su equipo en el partido. Si buena había sido esa parada, aún mejor fue la que realizó en el 41’, tras una jugada colectiva que culminó con un disparo casi a bocajarro de Arnau Ortiz. Gazzaniga respondió con una intervención espectacular. El Atlético, lanzado en el tramo final de la primera parte, rozó el gol con otro disparo lejano de Íker Luque que se fue pegado a la escuadra.
La segunda mitad comenzó con un jarro de agua fría para los de Torres. Un pelotazo de Gazzaniga encontró a la defensa colchonera mal posicionada. En la acción, Mati Barboza se lesionó al intentar frenar a Pedro Benito, que dejó el balón con el pecho a David Flakus. El eslovaco encaró en solitario a Esquivel y definió con calma para el 0-1.
Ilias Kostis entró por el lesionado central malacitano. El Atlético tardó en recomponerse, pero lo intentó con un disparo de Rayane que volvió a rozar el gol. Torres metió más pólvora con Jano, Janneh y compañía, aunque al filial le faltó claridad en el último tramo para someter a un rival mucho más experimentado.
El Murcia se encontraba cómodo saliendo a la contra, explotando los espacios a la espalda de la zaga rojiblanca. En el 72’, Schalk se plantó ante Esquivel, que firmó una doble parada colosal: primero con el pie y luego desde el suelo, en un remate a bocajarro.
Con el Atlético volcado, los de Joseba Etxeberria jugaban a la ruleta rusa. Cada contra parecía medio gol: un disparo al larguero, un mano a mano fallado por Pedro León… Incluso marcaron un segundo tanto, anulado por fuera de juego. Y lo acabarían pagando.
En el 98’, un saque de esquina lleno de rebotes terminó en los pies de Javi Boñar, que disparó cruzado desde fuera del área. El balón, tras superar a un Gazzaniga tapado por varios jugadores, desató el delirio rojiblanco.
Un empate agónico que da un punto más para seguir trabajando y, sobre todo, para intentar transformar las buenas sensaciones en resultados.
Ruth Romero