Saúl Ñíguez es historia viva del Atlético de Madrid, uno de los futbolistas más representativos de la Era Simeone. Sin embargo, sus últimas temporadas en el club rojiblanco ensombrecieron en parte el lugar que debería ocupar en la memoria colectiva de la afición colchonera.
Este pasado verano, el ilicitano decidió iniciar una nueva etapa en el Flamengo. En una extensa entrevista concedida al diario AS, con los periodistas Patricia Cazón y Eduardo Burgos, repasó cómo vivió su salida del equipo de su vida. “Bueno, eso de que sigo siendo uno de los jugadores más queridos de la afición del Atleti… no lo sé”, comenzó reconociendo, en referencia a esa percepción marcada por sus últimos años. “Lo que sí tengo claro es que debo estar agradecido de por vida al Atlético de Madrid, a su gente, al Cholo, a Miguel Ángel. Ellos me permitieron cumplir el sueño de cualquier niño: debutar en Primera División, hacerlo en el club que amas y que confía en ti. Siempre intenté defender al equipo de la mejor manera posible”, añadió.
El jugador también habló con sinceridad de las sensaciones que le deja su etapa rojiblanca: “Te digo la verdad, sí que tengo espinitas clavadas. Me habría gustado seguir allí, dar mi mejor versión, ofrecer el mejor fútbol posible. Por diferentes circunstancias no se pudo. Pero mi deseo era continuar, defender esa camiseta el mayor tiempo posible y hacerlo a un nivel alto. Hay situaciones que uno no puede controlar y que marcan el rumbo de una carrera. Pero también es cierto que todo lo que hice fue porque yo lo decidí”, afirmó.
Respecto a su llegada a Brasil, Saúl confesó que la llamada de Filipe Luis fue clave para dar el paso, aunque también influyó la confianza que el Flamengo depositó en él. “Es verdad que como jugador era increíble, su manera de leer el juego desde dentro del campo era impresionante. Ahora está aplicando aquí todas esas experiencias como entrenador. Busca su propio estilo, su metodología, y eso es fundamental. El equipo refleja lo que él quiere transmitir y con Filipe eso funciona muy bien”, comentó el mediocampista.
Al rememorar su etapa en el Atlético, Saúl eligió un instante especial: “Si me tuviese que quedar con un momento, sería el sentimiento de pertenencia vivido en el Calderón en aquel último partido de Champions contra el Real Madrid. Ganamos 2-1, pero no nos bastó para clasificarnos. Ese día diluviaba, y aun así la gente mostró lo que significa ser del Atlético de Madrid. Es algo que trasciende los resultados, que va más allá del fútbol”.
En esa misma línea reflexionó sobre lo que realmente queda de la carrera: “Lo que permanece en la vida del futbolista son esas experiencias. Los títulos son una alegría momentánea, se disfrutan, pero luego pasan. Se quedan ahí, claro, y los he celebrado, pero lo que te marca de verdad son esas vivencias. Me quedo mucho más con eso que con los triunfos o los trofeos”.
Del mismo modo, destacó lo que significó jugar en el Vicente Calderón, pese a haber pisado escenarios de primer nivel mundial: “Todo lo que viví en ese estadio fue único. La magia que se generaba allí era especial, irrepetible. Hasta ahora no he encontrado un estadio con el que lo pueda comparar”.
La exigencia al Atlético y el futuro de Filipe Luis
En la entrevista, Saúl también habló de la actualidad rojiblanca. Considera normal que al Atlético se le pida más: “La inversión es muy grande, sí, pero el club está haciendo las cosas muy bien. ¿Que ahora compiten por todo? Ya competían por todo antes. La diferencia entre ganar y perder es mínima. Llevan 12 o 13 años midiéndose con cualquiera”, señaló. Y añadió: “La exigencia actual es consecuencia de lo que ellos mismos han construido. Se lo han ganado en el campo, en el trabajo diario. Eso es lo que les mantiene peleando siempre por títulos. Al final, como te digo, la línea entre la victoria y la derrota es muy fina, pero el Atlético siempre compite”.
Por último, fue consultado sobre la posibilidad de que Filipe Luis suceda algún día a Simeone. Saúl lo tiene claro: “El Cholo todavía tiene muchísima energía, pese a no haber empezado bien la temporada. Estoy seguro de que va a darle la vuelta y hará un año increíble. Él seguirá en el Atlético todo el tiempo que quiera. Se lo ha ganado y se lo merece. El día que decida marcharse, claro que habrá candidatos naturales: Gabi, Filipe, Fernando, incluso Tiago… todos los que han estado marcados por él. Pero lo que está claro es que a su sucesor le va a tocar un reto muy, pero muy, difícil”.