Marcos Llorente ha demostrado una y otra vez que su versatilidad no tiene límites. Aunque tradicionalmente se le conoce como centrocampista o mediocentro defensivo, el jugador del Atlético de Madrid brilla cuando se le desplaza a posiciones más adelantadas, combinando trabajo físico, llegada al área y olfato goleador.
Llorente, un referente ofensivo
La prueba más reciente llegó en el último encuentro del Atlético, donde Llorente anotó dos goles jugando en una posición más ofensiva, replicando lo que ya hizo frente al Liverpool en 2020. En aquel histórico partido, el equipo estaba prácticamente perdido, pero su actuación adelantada permitió dar la vuelta al marcador con dos tantos decisivos. Este patrón demuestra cómo su movilidad y llegada desde segunda línea pueden cambiar partidos importantes.
Opciones tácticas para Simeone
El Atlético también cuenta con jugadores como Pubill, que puede cubrir la posición de lateral y permitir que Llorente suba con más libertad al ataque. Esta flexibilidad abre nuevas posibilidades al Cholo para reforzar la ofensiva sin perder solidez defensiva, aprovechando la capacidad de Llorente para conectar el centro del campo con la portería rival.
Un arma para momentos decisivos
Llorente no solo aporta goles, sino que también ofrece trabajo asociativo, presión y recuperación de balón. Su capacidad para jugar adelantado, sorprender a los rivales y marcar en momentos complicados lo convierte en un jugador clave en encuentros determinantes, tal como ha demostrado tanto en la Champions frente al Liverpool como en LaLiga recientemente.