Nahuel Molina fue uno de los protagonistas de la Noche de Bienvenida del Atlético de Madrid, pero por motivos que no alegraron a la afición: recibió pitidos al salir al campo.
El argentino, como el resto de los jugadores, apareció en el Metropolitano, pero en lugar de escuchar cánticos a su nombre, se topó con el descontento de los hinchas. Molina no ha destacado con su juego durante los años que lleva en el club, y por eso muchos aficionados desean su salida. Sin embargo, abuchear a un jugador durante una fiesta del equipo no favorece a nadie y puede afectar negativamente al grupo.
Molina es uno de los futbolistas a los que la directiva busca dar salida, intentando encontrarle equipo en Italia. Se rumorea que podría ir a la Juventus como parte de un posible intercambio por Nico González. El lateral derecho, no obstante, no quiere abandonar el Atlético, donde se siente cómodo, sobre todo ahora que su mujer está embarazada.