Por Thanos Nikitaras 
La directiva del Atlético de Madrid ha dejado claro que no realizará más incorporaciones este mercado, salvo que se produzcan salidas que liberen espacio en la plantilla. Por ahora, el único jugador con posibilidades de marcharse es Conor Gallagher, aunque los rojiblancos piden unos 50 millones de euros, cifra que probablemente ningún club esté dispuesto a pagar.
El fichaje de Nico González se ha caído, pese al interés del jugador por unirse al Atleti. Así, todo apunta a que no llegará ningún mediapunta para cubrir la baja de De Paul, ni tampoco un central o un delantero. La plantilla se perfila corta y con varias posiciones sin cubrir, pero la directiva parece inamovible… aunque todavía queda la esperanza de un giro de última hora en los días finales del mercado.
La razón exacta detrás de estas decisiones no está clara. Según Matteo Moretto, el club alega problemas con el límite salarial. Sin embargo, los rojiblancos aún tendrían margen para nuevas incorporaciones. Y si realmente fuera por restricciones económicas, surge la duda: ¿cómo se explica entonces la llegada de Raspadori por más de 20 millones y con un salario superior a 6 millones netos anuales? Una planificación que deja más preguntas que respuestas.