El Metropolitano estalló de emoción cuando el Atlético de Madrid parecía firmar el empate tras un saque de esquina. Lenglet remató dentro del área y el balón acabó en la red, pero la alegría duró apenas unos segundos.
El colegiado, tras detectar la infracción, anuló el tanto al central francés por haber introducido el balón con la mano, dejando claro que no había dudas en la acción. El 1-2 se mantuvo en el marcador hasta que Alexander Sorloth pusó el 2-2 en el marcador.