Por Javier Astudillo 
El Atlético de Madrid está a punto de escribir un nuevo capítulo en su historia con la llegada de Johnny Cardoso. En los próximos días, el conjunto rojiblanco oficializará el fichaje del pivote, que se convertirá en el primer estadounidense en vestir la camiseta del club. Cardoso llega procedente del Real Betis Balompié en una operación que se ha cerrado en torno a los 30 millones de euros. Este Fichaje representa la preocupación de la directiva por el club, en el ámbito deportivo, tras el fracaso en el Mundial de Clubes.
Aunque nacido en Nueva Jersey, Cardoso no ocupará plaza de extracomunitario gracias a su pasaporte italiano, obtenido a través de su abuela. Este detalle administrativo le permitirá integrarse con mayor facilidad en un equipo caracterizado por su diversidad cultural.
Con Cardoso, el Atlético suma la nacionalidad número 51 en su historia, destacando la capacidad del club para atraer talento de todo el mundo. En los últimos años, nombres como Alexander Sorloth (Noruega), Doherty (Irlanda) y Reinildo Mandava (Mozambique) han dejado huella como los primeros representantes de sus países.
Cardoso sigue los pasos de Jan Oblak, único esloveno en la historia del club, o Stefan Savic, quien ha llevado el nombre de Montenegro a lo más alto. La diversidad también se refleja en la cantera, con jóvenes como Cedrick Mabwati (Congo) o Keidi Bare (Albania) que han aportado su granito de arena a este mosaico multicultural.
El fichaje de Cardoso refuerza la plantilla del Atlético de Madrid uno de los más emergentes en el fútbol global. A pesar de haberse desarrollado como futbolista en Brasil, su lugar de nacimiento y su decisión de representar a EEUU en la selección, lo convierten en un embajador ideal para potenciar la marca colchonera en Norteamérica.
El fichaje de Johnny Cardoso junto al de Baena y Ruggeri es una muestra más del compromiso del Atlético de Madrid por rejuvenecer la plantilla.
Ruth Romero 
Thanos Nikitaras