El amistoso disputado ayer entre el Atlético de Madrid y el Newcastle dejó mucho más que una victoria. Sirvió también para confirmar una sociedad ofensiva que promete dar grandes alegrías a la afición rojiblanca: la conexión entre Álex Baena y Julián Álvarez. En el gol que abrió el marcador, Baena asistió al delantero argentino, firmando una jugada que podría convertirse en una constante durante la temporada.
Baena, uno de los fichajes estrella del verano, llega al Atlético avalado por sus números en la temporada pasada, en la que se consolidó como uno de los futbolistas que más ocasiones creó en las cinco grandes ligas de Europa. Su capacidad para leer el juego, filtrar pases y generar peligro desde cualquier zona del campo lo convierte en un socio ideal para Julián, un delantero que destaca por su movilidad, instinto goleador y capacidad para atacar los espacios.
La jugada del gol frente al Newcastle fue un ejemplo perfecto de esta complementariedad. Más allá de la ejecución, lo que más ilusiona es la naturalidad con la que ambos se entienden en el terreno de juego.
Todo apunta a que esta dupla será la referencia ofensiva del Atlético de Madrid en la temporada venidera. Diego Pablo Simeone, siempre exigente en la faceta defensiva, valora especialmente que tanto Baena como Julián aporten también en la presión alta, algo que encaja a la perfección con el modelo de juego rojiblanco.
Si esta sociedad mantiene el nivel mostrado en pretemporada, la afición colchonera tiene razones para soñar por lo alto. Por ahora, las sensaciones son inmejorables y la esperanza está depositada en que este entendimiento se prolongue durante toda la campaña.