Por Jaime Mourelle Die 
José María Giménez lleva tres meses sin participar con el Atlético de Madrid después de lesionarse en el partido de Seattle. Pero ahora el club anuncia que el zaguero comenzará a trabajar en el césped de Majadahonda la próxima semana. Su regreso no solo supone alivio defensivo, sino también moral para Simeone y el vestuario.
Recuperación paciente tras varias recaídas
Giménez se lesionó durante el Mundial de Clubes en EE.UU., en Seattle, donde pidió el cambio en el descanso por molestias. Desde entonces, no ha entrenado con el equipo, participando solo en planes específicos de recuperación. Durante la pretemporada, la lesión se complicó con una recaída a finales de agosto, que obligó a frenar su progresión. Simeone ya ha dejado claro lo importante que es para él: “es uno de los capitanes, lo necesitamos”, dijo el argentino en la previa de un partido.
Plan B activo mientras Giménez aún no está al 100 %
Con la ausencia prolongada del uruguayo, Simeone ha tenido que tirar de alternativas. Le Normand sigue siendo el central derecho de base, pero el Atlético ha probado soluciones como Marc Pubill actuando en esa posición. Además, jugadores como Nahuel Molina han sido utilizados en roles diferentes, algo poco habitual, para compensar la falta de cobertura defensiva.
El regreso de Giménez al grupo de entrenamiento se ve como uno de los puntos clave para revertir los problemas defensivos del Atlético, que sufrió en partidos recientes por falta de contundencia y liderazgo atrás. Su próxima presencia en el once dependerá también de cómo responda físicamente los primeros días tras la recuperación.
Thanos Nikitaras