De disparos a goles: el reto de Simeone para la delantera del Atlético

El Atlético de Madrid ha iniciado la temporada 2025-26 con un problema que ya es tendencia: la falta de efectividad de cara al arco. Pese a generar ocasiones, dominar en fases de los partidos y contar con delanteros de renombre, los dirigidos por Simeone no encuentran el camino al gol, y los números lo retratan con crudeza.

Una estadística que preocupa

En lo que va de curso, los rojiblancos han acumulado 84 remates y apenas han convertido 9 goles. Es decir, necesitan más de nueve disparos para celebrar un tanto. Una cifra muy por debajo de lo esperado para un equipo que, sobre la mesa, aspira a pelearlo todo.

Más llamativo aún es que Marcos Llorente, centrocampista de segunda línea y a quien ya estamos más acostumbrados a verle incluso de lateral derecho, sea hoy el máximo goleador con solo dos dianas. Un dato que refleja que la delantera colchonera está en deuda.

Referentes bajo sospecha

Antoine Griezmann atraviesa un inicio de temporada decepcionante. Genera, se ofrece, remata, pero todavía no ha podido traducir todo ese trabajo en goles. Cosa que no es novedad y que vemos desde la temporada pasada.

Julián Álvarez, fichaje estrella del pasado curso, tampoco encuentra puntería. Sus cifras de goles esperados (xG) apuntan a que debería llevar cerca de dos tantos, pero sigue por debajo de lo que su movilidad y talento prometen, con un solo tanto anotado en la Jornada inicial de liga en la derrota ante el Espanyol.

Alexander Sørloth suma presencia en el área, pero carece de la contundencia que mostró en etapas anteriores. Su conexión con los extremos no termina de reflejarse en goles más allá del anotado ante el Elche en la segunda jornada de Liga.

La falta de contundencia no solo afecta a la estadística, sino también a los resultados. El Atlético es uno de los equipos que peor administra sus ventajas en LaLiga: se adelanta, pero no sentencia, y termina cediendo empates o derrotas. El duelo en Son Moix es solo la última prueba de ello.

Simeone tiene argumentos tácticos y talento suficiente para revertir la situación. Pero necesita que sus delanteros reaccionen ya. El gol no puede seguir dependiendo de llegadas aisladas. El reto es claro: transformar el volumen ofensivo en efectividad. Solo así el Atlético podrá volver a ser un aspirante sólido a ganarlo todo.