Tras el contundente 5-1 frente al Eintracht, Antoine Griezmann ofreció declaraciones confiadas. Celebró sus 200 goles con el Atlético sin alardes y rechazó cualquier narrativa de reivindicación personal: “solo trabajo y tranquilidad”.
Reflexión tras la victoria y el hito anotador
Griezmann destacó la transformación reciente del equipo: más ritmo, presión alta, agresividad con balón e intensidad constante. A su juicio, esa evolución es la clave del buen momento rojiblanco.
Sobre alcanzar los 200 tantos como colchonero, se mostró agradecido: “me ha costado, pero con trabajo… lo hemos conseguido entre todos”. Aun así, matizó que no siente que deba puertas abiertas: “no tenía nada que reivindicar”.
Además, hizo hincapié en que su forma de jugar no pasa por lanzar tiros indiscriminados, sino aportar al equipo: “no soy un delantero que tira 50.000 veces por partido”.

Actitud colectiva, no protagonismo individual
En sus declaraciones en zona mixta, negó sentirse en deuda: “solo trabajar y estar tranquilo, dar lo máximo”. También resaltó la competencia interna con Koke y otros jugadores: cada minuto debe aprovecharse, desde la titularidad o como relevo.
Sobre Julián Álvarez, elogió su nivel y afirmó que todos en el equipo quieren ayudarlo para que siga creciendo. Griezmann ve el momento como un punto de inflexión ofensivo: el Atlético necesitaba goles, y los está generando, pero no olvida que el camino exige mantener la exigencia y seguir puliendo detalles.