Por Thanos Nikitaras 
El Atlético de Madrid fue uno de los pocos clubes que viajaron a Estados Unidos sin reforzarse con fichajes.
Fue una decisión tomada desde la dirección deportiva, que no logró cerrar a tiempo los fichajes de Álex Baena ni de Johnny Cardoso, principalmente por diferencias de unos pocos millones de euros y desacuerdos en los plazos de pago. Ambos fichajes están ahora muy cerca de concretarse, y lo harán por un precio similar al que se hubiera pagado antes del Mundial de Clubes.
El club apostó por el equipo que ya tenía, aunque era evidente que había carencias que debían pulirse antes de una cita tan exigente. “El año pasado hicimos cinco fichajes, tenemos un equipazo. Estamos ahora mismo pensando en el Mundial. Ni nosotros ni los jugadores estamos pensando en quién va a venir o quién no. Los próximos 15 días son el momento del Mundial, y todos estamos dispuestos a pensar en ganarlo”, dijo el presidente Enrique Cerezo antes del torneo.
Ese “equipazo” no logró clasificarse en un grupo que incluía a PSG, Botafogo y Seattle Sounders, y regresó pronto a Madrid.
La eliminación ha tenido un impacto directo en el plan económico del club, que esperaba ingresar unos 50 millones de euros y volvió con solo 20, es decir, 30 millones menos de lo esperado. Es un golpe tanto en lo económico como en lo deportivo, ya que el ingreso extra hubiera permitido más margen para realizar fichajes clave.
El club tampoco aprovechó la ventana adicional de 10 días que concedió la FIFA para que los clubes pudieran reforzarse antes del torneo. Solo se incorporaron formalmente Lenglet y Musso, que ya estaban en la plantilla como cedidos.
¿Qué habrían aportado Baena y Cardoso?
Durante el torneo, el Atleti mostró claros problemas tanto en el centro del campo como en la banda izquierda. Sí, también en defensa y en ataque (donde los delanteros no marcaron ningún gol), pero eso ya es otra historia.
Ante el PSG, De Paul y Barrios fueron ampliamente superados por los mediocentros del conjunto francés. Tal vez Cardoso habría aportado herramientas tácticas diferentes a Simeone para contener al campeón de la Champions League.
En la banda izquierda, el caos fue evidente. En el primer partido jugó Lino, que fue sustituido al descanso por bajo rendimiento. En el segundo, ante Seattle, Barrios fue la sorpresa de Simeone y cumplió. Pero contra Botafogo, Barrios volvió al centro y en el costado izquierdo jugó Gallagher, sin éxito. Tres partidos, tres jugadores distintos para la misma posición. ¿No era evidente que Baena podría haber ofrecido soluciones?
Es cierto: no sabemos si, de haber llegado a tiempo, Baena y Cardoso habrían sido titulares. Pero sí sabemos que Simeone habría tenido más recursos para planificar mejor el torneo.
El Atlético apostó por hacer más con menos… y se quedó en menos con menos.
Javier Astudillo 
Ruth Romero