En el mercado de fichajes, anticiparse puede marcar la diferencia. El Atlético de Madrid lo sabe bien y, por eso, ya ha trazado su plan B: un acuerdo con Piero Hincapié, central del Bayer Leverkusen, que se activaría solo si fracasa la operación por Cristian “Cuti” Romero.

Según informa AS, Hincapié es el «plan B» de los rojiblancos en caso de que no logren alcanzar un acuerdo con Daniel Levy, presidente del Tottenham, por el argentino. El club inglés pide en torno a 58 millones de euros, mientras que el Atleti habría ofrecido entre 40 y 45 millones. Desde el Metropolitano dejan claro que no harán ninguna locura: aunque Romero es muy del gusto de Simeone, el club necesita recursos para reforzar otras posiciones clave.

Pero como decía mi abuelo griego: «Los prudentes cocinan antes de tener hambre» y el Atlético ya ha movido ficha y tiene todo acordado con el defensor ecuatoriano.

Que ofrece Hincapié al Atleti

La cláusula de rescisión de Hincapié es de 60 millones, y su valor de mercado ronda los 50 millones. El verano pasado, el Leverkusen pedía esa misma cantidad y, por eso, el Atleti desistió y acabó fichando a Lenglet como cedido desde el Barcelona. Hincapié es un central zurdo que también puede actuar como lateral izquierdo, una versatilidad muy valorada en el sistema de Simeone.

Los rojiblancos sufrieron mucho por esa banda esta temporada, ya que Javi Galán no rindió como se esperaba en los grandes partidos (Rodrigo lo superó claramente en el Bernabéu, y Yamal lo hizo en Montjuïc). Hincapié, además de tener buena salida de balón –al estilo de Lenglet–, ofrece más seguridad defensiva.

Para el Atleti, tener un plan B no solo es estratégico, sino también necesario. Primero, porque fortalece su posición en las negociaciones con el Tottenham: si saben que el club madrileño tiene otra opción, los ingleses podrían flexibilizar sus exigencias. Y segundo, para no repetir lo que ocurrió el verano pasado, cuando por razones económicas no se pudo fichar ni a Hincapié ni a Hancko, y acabó llegando Lenglet. Aunque el francés cumplió con nota, nadie esperaba que jugara más de dos o tres partidos.

Una cosa está clara: el Atlético ya no es el mismo. El nivel de exigencia ha subido. El que antes era prioridad, hoy es el plan B. Pero ese tipo de operaciones requieren tiempo. Con un verano atípico por el Mundial de Clubes y una pretemporada más corta de lo habitual, si no se cierra pronto lo de Romero, el Atleti tendrá que acelerar el plan alternativo.

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