El Atlético de Madrid ha arrancado la temporada con un dato llamativo en sus tres primeros partidos de liga: Simeone ha utilizado a 14 jugadores para configurar sus onces titulares, con ocho de ellos como pilares. A pesar de contar con una plantilla amplia, las necesidades de resultados han marcado las decisiones del técnico argentino.
Entre los fijos destacan Jan Oblak bajo palos; Marcos Llorente, reconvertido en lateral derecho; los centrales Robin Le Normand y David Hancko, este último con polivalencia para actuar también en el lateral izquierdo; los centrocampistas Johnny Cardoso y Thiago Almada; el extremo Giuliano Simeone; y el delantero Julián Álvarez. Todos ellos han estado presentes desde el inicio en los tres partidos disputados.
A su alrededor, Simeone ha probado con seis jugadores de manera intermitente: Pablo Barrios, Matteo Ruggeri y Alexander Sørloth, con dos titularidades cada uno; y Conor Gallagher, Álex Baena —lesionado en las últimas jornadas— y Clément Lenglet, con una presencia inicial. Llama la atención la ausencia de Antoine Griezmann en los onces, relegado a un rol distinto al de cursos anteriores, así como la suplencia recurrente de Giacomo Raspadori, Koke, Nahuel Molina y Javi Galán.
De los 24 efectivos disponibles tras el mercado, cinco aún no han tenido minutos: el portero Juan Musso, el recién fichado Marc Pubill, José María Giménez —lesionado desde junio—, Carlos Martín y Nico González.
El contexto obliga a cambios inmediatos. El Atlético encara una exigente secuencia de siete partidos en apenas 23 días, con duelos de máxima dificultad: Villarreal, Liverpool en Anfield, Mallorca, Rayo Vallecano, Real Madrid, Eintracht de Frankfurt y Celta de Vigo. Con solo dos puntos de nueve posibles en el inicio liguero, Simeone deberá recurrir a toda su plantilla si quiere revertir la dinámica.