El Atlético de Madrid da un giro a su costumbre habitual y el lunes entrenará por última vez en el Metropolitano antes del clásico frente al Real Madrid. Diego Simeone opta por un “encierro” en su casa con concentración total para preservar secretos tácticos y blindar la preparación del derbi.
Un cambio de rutina para cuidar el factor sorpresa
Normalmente, el equipo rojiblanco entrena en la ciudad deportiva de Majadahonda en la previa de los partidos. Pero para este derbi (sábado a las 16:15), el Cholo ha decidido desplazar la sesión final al Metropolitano. El motivo es claro: trabajar con más discreción, aprovechar el escenario principal y también preparar la logística del partido.
Además, tras el entrenamiento los jugadores y el cuerpo técnico se concentrarán en el hotel habitual, evitando desplazamientos previos. El plan incluye que Simeone atienda a los medios en el auditorio del estadio a las 18:15, antes de cerrar puertas para los últimos matices del duelo.

Lo que implica para tácticas, ambiente y presión
Esta estrategia no es solo simbólica: representa una señal de intensidad y ambición. Confinarse en el Metropolitano permite al Atlético minimizar distracciones externas, proteger sus armas tácticas y generar un ambiente de concentración absoluta.
También deja claro que Simeone quiere pavimentar un extra mental para sus jugadores: el estadio como fortaleza, el derbi como batalla previa en casa.
Por otro lado, puede aumentar la presión sobre los futbolistas: sentirse en “modo derbi” incluso antes del pitido inicial exige carácter. Pero el club confía en que la preparación milimétrica y el factor cancha les darán ventaja frente al rival de la capital.