Un Atlético de Madrid celestial le propina una manita a Xabi Alonso y tiñe la capital de rojiblanco

Día de derbi, y el Metropolitano rugía desatando su furia india desde primera hora de la tarde, desplegando en el fondo sur un bellísimo tifo bajo el lema «un mito, una fe» que tiñó de sangre rojiblanca la capital. La mayor sorpresa, en el once inicial: Sorloth, y no Griezmann, ni tan siquiera Giacomo Raspadori, acompañaba a Julián Álvarez en la punta de ataque. El Cholo, en los micrófonos de DAZN, encargados de la retransmisión del partido, afirmó que con él buscaba encontrar el gol que decantara el derbi a su favor. Y no anduvo lejos de tal predicción, porque el noruego anotó, aunque no el de la victoria.

Salió el Atlético de Madrid con ganas de dominar la posesión de la pelota, con Koke templando los tempos en el mediocampo. Sorloth, que recibió un pase al hueco medido con compás, tuvo la suya en los cinco primeros minutos de partido, pero remató tarde y su intento de chut se cruzó con la pierna de Eder Militao, que necesitó atención médica en la banda para seguir posando el pie.

El Madrid recuperó enseguida la gelidez en la presión y la frialdad en el ataque que tanto caracterizan al conjunto blanco durante este nuevo proyecto bajo las directrices de Xabi Alonso, y comenzó a incomodar al Atlético de Madrid. Pero Pablo Barrios, negándose a sucumbir, le metió una marcha más, condujo en solitario el cuero y le regaló, en forma de centro quirúrgico, de nuevo a Sorloth una oportunidad para abrir la lata, que remató de cabeza y Thibaut Courtois, que como era esperable soportó el mayor nivel de decibelios en las pitadas, tuvo que meter el puño para bloquear la parte alta de su arco.

Y entonces el fútbol hizo justicia. En una jugada a balón parado ensayada en la pizarra cholista, y que repelió la defensa del Real Madrid en primera instancia, el balón recayó en las botas de Giuliano Simeone, que dejó un balón impecable —el juego aéreo estaba siendo la sangría para los de Chamartín— para que Le Normand se convirtiera, en un visto y no visto, en el Empire State y rematara, fusilando el arco rival y adelantando momentáneamente a los suyos en el marcador del gran derbi. Enloquecían las más de 60.000 almas que habían asistido al encuentro.

Pero el Atlético de Madrid, lejos de adoptar una actitud mucho más conservadora, apostó por seguir presionando los botones que tanto daño le estaban haciendo a la zaga merengue, y anduvo, durante un buen rato, olfateando en busca del segundo gol. Pero Mbappé fue mucho Mbappé, y necesitó una sola gota de peligro para generar un tsunami en el Metropolitano. Recibió, controló, incrementó la velocidad en un vertiginoso cambio de ritmo y batió a Oblak en un abrir y cerrar de ojos, encontrando un ángulo aparentemente imposible al segundo palo.

Aunque si a principio de temporada nos hubieran dicho que íbamos a competirle cara a cara al Madrid de los neogalácticos, hubiéramos tomado al profeta por un redomado loco. Pero así siguió siendo tras encajar el 1-1, proponiendo y con un juego que bailaba entre el medio campo, liderado por un Barrios descomunal, a las bandas de Nico y Giuliano, aunque con la no precisamente leve diferencia de que el Madrid parecía mucho más despierto y atento a cualquier mínimo error del Atlético en el manejo de la posesión.

Y la equivocación terminó por llegar. Le Normand, autor del gol, no fue preciso en un control de cabeza y el balón lo recuperó el Madrid, que removió los engranajes para pasar al contraataque en cuestión de segundos. Vinicius conectó con el mediapunta turco Arda Güler, que remató con mucha pausa y tranquilidad, a pesar de que el balón, que pretendía ser raso, tuvo finalmente más altura de la esperada. El guardameta esloveno no pudo hacer nada por evitarlo y Güler prendía fuego en el Metropolitano en lo que era la remontada momentánea para los suyos.

Anotó Lenglet en otro centro —el juego aéreo fue el gran protagonista ofensivo para el Atlético de Madrid y el derbi estaba siendo una completa locura de un lado al otro del campo—, pero el remate, revisado por el VAR, fue claramente ejecutado con la mano. El que sí fue limpio (y acabó empatando a dos el derbi de la capital) es el que Alexander Sorloth realizó minutos después, de nuevo en un balón aéreo que elevó Koke al cielo de Madrid. El delantero noruego, con un movimiento de cuello preciso, envió al balón al fondo de las mallas y corrió rápidamente a celebrarlo con la grada, en una especie de reconciliación que tuvo, incluso, algo de cinematográfico.

Y al comienzo de la segunda parte, la dinámica siguió sonriendo al Atlético de Madrid. Tanto, que en una jugada de peligro Arda Güler pasó de héroe a villano para los madridistas, cuando elevó la bota a la altura de la cabeza de Nico González, haciéndole bastante daño al jugador argentino, y provocó un penalti que Alberola Rojas no pudo sino señalar, además de mostrarle la cartulina amarilla al jugador del Real Madrid. Y Julián, con templanza y cabeza fría, lo ejecutó a la perfección, castigando a los de Xabi y volviendo a poner el marcador en saldo positivo para el Atleti.

Y entonces volvió a aparecer Julián. Tras quedarse rozando la cruceta en una falta anterior mucho más escorada a la banda zurda, ejecutó un segundo libre directo de absoluto e indiscutible crack, de esos goles que tan sólo están destinados a anotar los jugadores que marcan épocas en el fútbol. 4-2 para los suyos y en Madrid hubo un terremoto con epicentro en la Avenida Luis Aragonés.

Un sismo que dio alas a los de Simeone y que sirvió para dejar al Madrid demasiado tocado como para resucitar o tener tiempo de darle la vuelta al marcador, a pesar de que los de Xabi Alonso, que sufren así la primera derrota en la presente temporada —y de qué manera—, anduvieron detrás del 4-3 durante los últimos compases del encuentro. Cantaba y entraba en fase de euforia celestial el Metropolitano ante el partidazo de los suyos. Y sabiendo, además, que la capital hoy dormiría iluminada de color colchonero. No sin antes celebrar el gol de Griezmann, que infundía la manita definitiva.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com