El filial rojiblanco, dirigido por Fernando Torres, entrenará y disputará sus partidos en un estadio con capacidad para 2.685 espectadores, marcando un importante cambio para su desarrollo en la 1ªRFEF.

El Atlético de Madrid B iniciará una nueva etapa en la temporada 2025/26 con un cambio de campo que promete mejorar su infraestructura deportiva y facilitar su crecimiento competitivo. A partir de la próxima temporada, el equipo entrenado por Fernando Torres realizará sus entrenamientos y jugará sus encuentros en el Centro Deportivo Alcalá de Henares, un moderno complejo que ofrece césped natural y un campo principal con capacidad para 2.685 espectadores.

El traslado, anunciado por el club este miércoles, representa un paso significativo para el filial masculino, que afrontará una nueva temporada en la 1ªRFEF. Además de los beneficios del cambio, como el acceso a instalaciones de primer nivel, la decisión refuerza la conexión del Atlético de Madrid con Alcalá de Henares, una ciudad con rica tradición futbolística.

El nuevo hogar del Atlético de Madrid B no solo albergará al filial masculino, sino también al primer equipo femenino, que ya utiliza estas instalaciones. De esta forma, el Centro Deportivo Alcalá de Henares se convertirá en un importante núcleo de actividad para la cantera y los equipos principales del club rojiblanco.

En pasadas entrevistas hemos podido ver cómo nuestro entrenador del Atleti B, Fernando Torres, se mostraba reacio a que sus jugadores entrenaran en una superficie diferente a la que utilizarían en sus encuentros de liga. Él, personalmente, prefería que los jugadores entrenasen en campos de césped natural, al igual que lo hacían todos los rivales de liga. Por lo tanto, podemos deducir que ha habido presión por parte del técnico y su staff para que el club permitiera este traslado al Centro Deportivo Alcalá de Henares.

El campo principal del centro deportivo es uno de sus principales atractivos. Con un aforo diseñado para 2.685 aficionados, permitirá a los seguidores del Atlético B disfrutar de los partidos en un ambiente más cercano y accesible, fomentando un vínculo más estrecho entre el equipo y su afición.

La temporada 2025/26, que dará inicio en unos meses, será la primera oportunidad para evaluar el impacto de este cambio. La directiva del Atlético de Madrid confía en que esta mudanza no solo beneficiará al filial, sino también al club en general, al juntar en el mismo complejo deportivo a dos de los pilares del club como lo son el filial y el primer equipo femenino.

Con esta decisión, el Atlético de Madrid B se prepara para afrontar nuevos retos, como el ascenso a Segunda División por parte del filial y el título de liga por parte del primer equipo femenino, en una sede que promete convertirse en un símbolo de la renovación y el progreso del club rojiblanco.

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